sábado, 28 de septiembre de 2013

Economía de fichas

Hoy hablaremos de una técnica de modificación de conducta que probablemente todos conozcamos, bien sea por nuestra formación (maestros, psicólogos, pedagogos, logopedas...) o por haber visto alguna vez el programa de Supernany.

En dicho programa la psicóloga suele usar unas cartulinas en las que coloca una serie de conductas a eliminar y unas pegatinas cuyo color varía según el niño/a se "porte bien o mal",, para finalmente obtener un premio. Esto es, a grandes rasgos la economía de fichas.

Esta técnica es usada para desarrollar conductas incipientes y deseadas, y eliminar aquellas conductas disruptivas o problemáticas.

En ella intervienen el reforzamiento positivo y el castigo negativo:
- reforzamiento positivo: cuando realiza bien la conducta se le proporciona una ficha o gomet
- castigo negativo: si realiza mal la conducta se le quita una ficha o se le da otra de otro color

Para que el sistema surta efecto, las conductas deseadas y disruptivas deben estar previamente establecidas con el niños, es decir, debe tener claro qué es lo que debe hacer y lo que no. Así como el valor de las fichas y la recompensa final. Ésta, puede ser desde golosinas, juegos, ver un vídeo favorito hasta una excursión o salida familiar.

Os pongo un ejemplo: un niño de 5 años que durante la sesión de logopedia se levanta a menudo, salta, escala, se tira al suelo, se queja de los ejercicios.... Se realiza con él una tabla en la que aparecen todas estas conductas..  Cuando las conductas disruptivas no se realicen obtendrá una pegatina verde, si aparecen obtendrá una de color rojo (que elimina una verde). Al finalizar la sesión se realiza un recuento y al conseguir determinado número de pegatinas verdes, se le proporciona una carta de fútbol o una bolsa de gogos.

Es importante que las conductas se redacten de forma positiva, que no aparezca la palabra NO: no levantarse de la silla  --> permanecer sentado.
Al empezar con este método debemos reforzar cada vez que ocurra la conducta que debemos obtener, para según se vayan instaurando, reforzar intermitentemente y finalmente se retirará el refuerzo y la cartulina.
También es muy importante tener en cuenta las preferencias del niño, ya que el refuerzo sólo será útil si se adapta a las expectativas y gustos del niño.

Para finalizar debemos tener en cuenta, que esta técnica no se puede usar en todos los ambientes y situaciones, no podemos llenar la casa o clase de cartulinas y gomets.


                       


lunes, 16 de septiembre de 2013

El implante coclear

Después de un descanso veraniego merecido, volvemos a la rutina y retomamos donde lo habíamos dejado.

Hoy voy a hablaros de los implantes cocleares. Todos sabemos a grandes rasgos lo que es un audífono, ya que actualmente no es raro verlos, tanto en niños con dificultades, como en personas adultas que con la edad han ido perdiendo audición. Sin embargo, al oír hablar de un implante coclear estamos algo más perdidos.

El implante coclear, es un dispositivo electrónico que ayuda a las personas con dificultades graves de audición a recibir y procesar los sonidos, a escuchar. Se implanta quirúrgicamente.

                                            
 Hay varios tipos, pero generalmente constan de las mismas partes, algunas internas y otras externas:

- micrófono: recoge los sonidos
- procesador: selecciona y codifica los sonidos más útiles para el lenguaje
- transmisor: envía los sonidos codificados al receptor
- receptor-estimulador: se implanta en el hueso mastoides, detrás del pabellón auditivo y envía las señales eléctricas a los electrodos.
- electrodos: se introducen en la cóclea  (oído interno) y estimulan las células nerviosas.

Las partes externas e internas contactan mediante un cable y un imán.

Gracias a este dispositivo, se consiguen grandes avances en las personas que los llevan, sin embargo es necesario un gran trabajo logopédico para que funcione.
Además no todas las personas con dificultades auditivas son candidatos a un implante coclear, influyen muchos aspectos, como el tipo de sordera, la imposibilidad de beneficiarse de una prótesis convencional, etc.

Como cualquier tratamiento quirúrgico, el paciente debe someterse a unas pruebas médicas previas, y su resultado depende de muchos factores: rehabilitación posterior, buen uso del implante, pruebas periódicas, motivación del paciente, etc.
Además también influye si la sordera es prelocutiva (de nacimiento o en los primeros años de vida) o postlocutiva (tras el aprendizaje del lenguaje) y la edad de implantación.

Cuando en un recién nacido aparecen signos de deficiencia auditiva grave, es vital una rápida implantación; actualmente se están realizando en torno a los 18 meses, y los resultados son impresionantes.


Sin embargo, esto no es posible en muchos casos, ya que no en todas las comunidades, la seguridad social cubre estas operaciones. Es un tratamiento muy caro, al que no todas las familias pueden acceder sin ayuda. Al igual que no en todas las comunidades se realiza un estudio completo del recién nacido a las pocas horas, que facilite el diagnóstico precoz.
Por último os dejo un video que ilustra muy bien su funcionamiento.